Brote mopece

El objetivo principal es aplicar principios y métodos operativos para la detección, caracterización, confirmación y control oportuno de brotes y alertas epidemiológicas a nivel local. Generar datos e información para decisiones rápidas de salud pública.

La fuerza de la asociación puede proporcionar evidencia biológicamente plausible y suficiente para implementar acciones de control efectivas, incluso sin confirmación de laboratorio del agente causal.

Los métodos de investigación epidemiológica de campo pueden ser utilizados para evaluar la eficacia vacunal y la efectividad de programas de inmunización, como en el caso de brotes sospechosos de sarampión.

El objetivo principal es aplicar principios y métodos operativos para la detección, caracterización, confirmación y control oportuno de brotes y alertas epidemiológicas a nivel local. Generar datos e información para decisiones rápidas de salud pública.

1. Identificar y aplicar métodos básicos de investigación epidemiológica de campo. 2) Reconocer situaciones de alerta que requieren investigación. 3) Apoyar la respuesta epidemiológica en emergencias.

La epidemiología descriptiva aplica la triada tiempo, lugar y persona para detectar y caracterizar la ocurrencia de una situación epidémica y generar hipótesis.

La epidemiología analítica comprueba hipótesis, cuantifica la fuerza de asociación entre exposiciones y enfermedad y orienta las intervenciones de control.

Se solicitó apoyo de investigación y un equipo de médicos se trasladó a Huitzililla para evaluar la situación.

Las posibilidades diagnósticas que deberían considerarse en Huitzililla incluyen:

1. Enfermedades transmitidas por el agua: debido a la falta de servicios de agua potable y la contaminación de los arroyos.
2. Infecciones gastrointestinales: por el uso de agua contaminada para el consumo y la higiene.
3. Enfermedades parasitarias: como la giardiasis o amebiasis, que pueden surgir del contacto con aguas contaminadas.
4. Enfermedades respiratorias: que pueden ser exacerbadas por condiciones de vida insalubres.
5. Enfermedades dermatológicas: por el contacto con aguas contaminadas.
6. Enfermedades zoonóticas: si hay contacto con animales que pueden transmitir infecciones.
7. Enfermedades relacionadas con la desnutrición: debido a la falta de acceso a alimentos seguros y nutritivos.

Son epidemias donde ocurre transmisión de persona a persona, lo que puede llevar a un aumento gradual de casos a lo largo del tiempo.

1. Cambios en el nivel de exposición.
2. Variabilidad en la respuesta del huésped.
3. Subregistro de notificación.
4. Insuficiente investigación de casos.

La duración del brote de rubéola es de 9 días.

Se menciona un periodo de incubación de 18 días, que se relaciona con la fecha probable de exposición marcada en el gráfico.

El periodo mínimo de incubación es de 14 días y el máximo es de 21 días.

El pico del brote se observa alrededor de los días 25-27, donde se registran el mayor número de casos.

La duración del brote se establece a partir de la curva epidémica, que muestra un aumento y disminución de casos. Se debe identificar el primer y último día con casos reportados para determinar la duración total del brote.

Dado que la leptospirosis tiene un periodo de incubación de 4 a 19 días (promedio de 10 días), el periodo probable de exposición se estima considerando estos rangos de incubación y el inicio de los síntomas en relación con la duración del brote.

La duración del brote fue de 7 días, desde el día 10 hasta el día 16 de mayo de 2014.

El periodo probable de exposición al agente causal fue de 2 a 10 días antes del inicio de los síntomas, considerando un promedio de 4 días.

Se deben considerar la distribución geográfica de los casos, tasas de ataque, localidad de ocurrencia, área de residencia y trabajo, y la relación con elementos geográficos como ríos y servicios de salud. También es importante analizar la interacción tiempo-lugar.

La información puede ser presentada en tablas, figuras, croquis y mapas. Por ejemplo, se puede utilizar una tabla que muestre la incidencia de casos por lugar de hospedaje.

Se pueden utilizar métodos sencillos como croquis simples, así como programas computarizados como Google Earth, EpiMap y sistemas avanzados de Información Geográfica (SIG) como QGIS y HealthMapper.

El uso de mapas facilita la identificación de conglomerados y proporciona pistas sobre la presencia de fuentes comunes de infección y exposición a riesgos.

John Snow empleó un mapa para visualizar la relación espacial entre las muertes por cólera y las fuentes de agua, lo que fue clave en su investigación.

La parroquia de San Andrés tuvo la mayor incidencia, alcanzando alrededor de 85 casos por cada 100,000 habitantes.

La distribución fue la siguiente: San Andrés (85), San Jorge y Victoria (20), Caroni (15), y San Patricio y Nariva-Mayaro (muy bajas, casi negligibles).

La caracterización del brote por persona incluye la descripción de la distribución de los casos según características relevantes de los individuos, como sexo y grupos de edad, así como otras variables de interés.

La tasa de ataque más alta por 100.000 se observa en el grupo de edad de 10-14 años, con una tasa de 44,3.

Un OR igual a 1 sugiere ausencia de asociación entre exposición y enfermedad.

Las competencias clave incluyen:

1. Identificación y aplicación de principios, métodos y procedimientos básicos de la investigación epidemiológica de campo.
2. Reconocimiento de situaciones de alerta que demandan investigación epidemiológica.
3. Apoyo al componente epidemiológico en la preparación y respuesta ante emergencias.
4. Reconocimiento de la relevancia del concepto de 'Evento de Salud Pública de Importancia Global' y los requerimientos del Reglamento Sanitario Internacional, 2005.

Las subcompetencias incluyen:

1. Establecimiento de bases prácticas para organizar la investigación epidemiológica de campo a nivel local.
2. Reporte inmediato de casos identificados de problemas de salud pública de interés local, nacional e internacional a la supervisión superior.

Las acciones de control deben:

1. Ser implementadas en forma rápida y eficiente.
2. Dirigirse a suprimir o eliminar las fuentes de infección y exposición.
3. Interrumpir la transmisión en la población.
4. Reducir la susceptibilidad.

La epidemiología descriptiva clásica aplica la triada de tiempo, lugar y persona, que es esencial para detectar y caracterizar la ocurrencia de una situación epidémica. Esta información sirve de base para generar hipótesis.

La evaluación sistemática de las condiciones de salud y enfermedad requiere de la disponibilidad de datos recolectados por sistemas de vigilancia en salud pública, lo que permite identificar factores de riesgo y desarrollar intervenciones efectivas.

Conglomerado: agregación inusual de casos en tiempo o lugar. p.8
Brote: incremento no esperado de casos en un área localizada. p.8
Epidemia: incidencia mayor a la esperada que puede trascender áreas locales (agregación de brotes).

Investigar si la enfermedad: es prioritaria, excede su ocurrencia habitual en número o distribución, tiene fuente común, muestra mayor severidad de lo habitual, o es nueva/emergente en el área.

Notificación de varios casos inusuales; relaciones aparentes entre casos (fecha, lugar, edad); conglomerados espaciales en mapas; y rumores tras eventos sociales. Sospecha de fuente común justifica iniciar investigación.

1. Confirmar ocurrencia del brote. 2. Organizar trabajo de campo. 3. Establecer definición operacional de caso. 4. Búsqueda activa de casos. 5. Caracterizar en tiempo, lugar y persona. 6. Generar hipótesis y medidas inmediatas. 7. Evaluar hipótesis (análisis exploratorio). 8. Implementar acciones específicas. 9. Evaluar acciones de control. 10. Preparar informe técnico.

Verificar el diagnóstico presuntivo revisando historias clínicas y laboratorios; definir numerador (casos) y denominador (población en riesgo) y comparar observado vs esperado (calcular tasas/tasa de ataque).

Aspectos de comunicación y coordinación (equipos multidisciplinarios), logística y gestión (insumos, laboratorio, transporte) y aspectos técnicos (formularios, mapas, datos clínicos y laboratoriales).

Es el conjunto estandarizado de criterios (clínicos, epidemiológicos y/o de laboratorio) que se aplican sistemáticamente para identificar quién se considera caso en la investigación (diferente del diagnóstico clínico).

Fase inicial: priorizar sensibilidad para detectar todos los posibles casos. Fase avanzada: priorizar especificidad para concentrarse en casos verdaderos asociados al brote.

Implementar vigilancia intensificada (pasiva → activa), ampliar notificaciones, usar fichas de investigación, consultar informantes clave (médicos, laboratorios, escuelas) y realizar encuestas/visitas casa a casa.

La curva epidémica representa casos en función del tiempo; permite precisar duración, tipo de fuente (puntual/continua/propagada) y estimar periodo probable de exposición.

Puntual: exposición breve simultánea → pico agudo. Continua: exposición prolongada/intermitente → curva más extendida. Propagada: transmisión persona a persona → múltiples picos/olas. Mixta: inicia con fuente común y sigue con diseminación secundaria.

Método 1: usar la mediana del periodo de incubación restándola desde el pico de la curva. Método 2: máximos y mínimos: restar el mínimo de incubación desde la fecha del primer caso y el máximo desde la fecha del último caso; el rango resultante indica periodo probable.

Localidad de ocurrencia, área de residencia/trabajo, proximidad a elementos geográficos (ríos, pozos, vertederos), distancia a servicios de salud y mapas/croquis con tasas de ataque por área.

Los mapas facilitan la identificación de conglomerados y pistas sobre fuentes comunes de exposición (ej.: ejemplo clásico de John Snow en el cólera).

Distribución por edad, sexo y otras variables personales; además se requiere el denominador por categoría para calcular tasas de ataque y estimar riesgos según características.

Tasa de ataque en expuestos = a/(a+b); en no expuestos = c/(c+d). Es la incidencia utilizada para comparar riesgo entre grupos.

La OR es la razón de productos cruzados que mide la fuerza de asociación en estudios caso-control: OR = (a × d) / (b × c).

OR = 1 → ausencia de asociación. OR > 1 → exposición asociada a riesgo. OR < 1 → exposición con efecto protector.

El RR compara incidencias en cohortes: RR = [a/(a+b)] / [c/(c+d)]. RR = 1 indica ausencia de asociación; RR > 1 riesgo; RR < 1 efecto protector.

En poblaciones cerradas o cautivas (hospitales, escuelas, cuarteles, conventos) donde se puede identificar expuestos y no expuestos y calcular tasas de ataque.

Introducción/antecedentes, justificación, materiales y métodos, resultados, discusión, recomendaciones (acciones de prevención y control) y referencias; además resúmenes ejecutivos para autoridades y la comunidad.

Comparando la frecuencia de la enfermedad antes y después de la intervención; si la frecuencia observada es ≤ la esperada, las acciones son efectivas.

1. ¿Quién informó del incidente y datos de contacto? 2) ¿Cuál es el diagnóstico primario? 3) ¿Se tomaron muestras y dónde se remitieron? 4) ¿Hay muertes? 5) ¿Qué medidas se están implementando para controlar casos?

1. Mala definición de caso. 2) No buscar todos los posibles casos. 3) Iniciar análisis causal sin confirmar el exceso de casos.

"Toda persona que vive en Huitzililla y que haya presentado ictericia a partir del 1 de junio de 1986."

Se identificaron 88 casos compatibles con la definición operacional empleada.

Se concluyó que el brote correspondió a hepatitis viral E (HVE). Evidencia: partículas virales de 32–34 nm en heces por microscopía electrónica y reactividad por inmunofluorescencia; ausencia de serología reciente para A y B.

Garantizar inocuidad del agua: hervir o clorar el agua, mejorar saneamiento ambiental y promover hábitos de higiene para reducir transmisión secundaria.

El tratamiento del agua para consumo (hervido/cloración) y la protección física del pozo fueron factores asociados a efecto protector frente a la enfermedad.

Periodo de incubación de la HVE: 15 a 64 días, con promedio aproximado de 26–42 días.

En grandes brotes de HVE se ha observado letali­dad elevada (hasta 20%) en mujeres embarazadas, por severidad clínica asociada al embarazo.

Se usaron: serología para hepatitis A y B (negativa), microscopía electrónica de partículas virales en heces y inmunofluorescencia para detectar reactividad con partículas de 32–34 nm.

Se estableció vigilancia activa con el médico y la enfermera recorriendo toda la localidad cada semana para detectar casos según la definición operacional y mantener notificación continua.

Caso índice: primer caso que llama la atención o alerta. Caso primario: introduce la enfermedad en el grupo (primer en orden cronológico). Caso secundario: caso que surge por transmisión a partir del caso primario.

Velocidad del brote (infectividad/modo de transmisión), tamaño de la población susceptible, intensidad de exposición, periodo de incubación y efectividad de acciones de control.

Una OR = 3.3 indica que los expuestos (consumidores de mantequilla no pasteurizada) tenían aproximadamente 3,3 veces mayores probabilidades de enfermedad respecto a los no expuestos; asociación estadísticamente significativa (X²>3,84).

Es crucial comunicar sospechas de brote porque puede ser la primera manifestación de una epidemia mayor, un brote que ocurre en otro lugar, o porque pueden existir acciones de control ya disponibles que deben implementarse.

Un OR mayor de 1 sugiere que hay una exposición de riesgo asociada con la enfermedad.

La vigilancia y control en salud pública deben abordar problemas como:

• Enfermedades transmisibles
• Estilos de vida
• Factores de riesgo
• Desórdenes genéticos
• Eventos de salud ocupacional
• Discapacidad
• Enfermedades crónicas no transmisibles
• Riesgos ambientales

1. Investigar para intervenir y prevenir casos.
2. La investigación de brotes es retrospectiva y requiere recolección de datos cercana al evento.
3. La ventana de oportunidad para investigar puede ser muy limitada en ciertos brotes.

Debe asegurar un adecuado balance entre la necesidad de responder rápidamente y la necesidad de responder de manera técnicamente apropiada.

Las repercusiones pueden incluir:

• Cierre de colegios y hospitales
• Clausura y bancarrota de establecimientos comerciales
• Conflictos laborales y legales
• Estigma y agresión social
• Desorden civil

La investigación de brotes es fundamental porque:

• Es el estudio epidemiológico de campo más aplicado y útil para los equipos locales de salud.
• Sirve como modelo de investigación comunitaria y capacitación en servicio.
• Influye en el desarrollo de políticas y normas sanitarias a nivel nacional.

La investigación epidemiológica se clasifica en dos grandes clases:

1. Estudios experimentales
   • Ensayos clínicos (con individuos)
   • Ensayos de intervención
2. Estudios no-experimentales u observacionales

Los epidemiólogos deben:

• Persuadir a autoridades y al público para tomar acciones necesarias.
• Evitar la identificación prematura de factores de riesgo que puedan afectar la credibilidad del equipo de salud.
• Considerar las repercusiones sociales y económicas de sus hallazgos.

Los dos tipos de estudios observacionales son: 1. Descriptivos: investigan la frecuencia y distribución de la enfermedad en tiempo, lugar y persona. 2. Analíticos: investigan los determinantes de la enfermedad y evalúan hipótesis.

La investigación epidemiológica de campo se caracteriza por: 1. Aplicar principios y métodos de investigación epidemiológica para eventos de salud inesperados. 2. Demandar una respuesta inmediata y una intervención oportuna. 3. Operar en el terreno donde ocurre el evento.

En la investigación de brotes se utilizan: 1. Diseño descriptivo: estudios de caso, series de casos, estudios de prevalencia. 2. Diseño analítico: generalmente un estudio caso-control, habitualmente de carácter exploratorio.

Las herramientas tecnológicas útiles incluyen: 1. Epi Info: software de apoyo a la investigación epidemiológica. 2. Sistemas de información geográfica: como QGIS, HealthMapper y SIGEpi, que son importantes para el análisis espacial y diseño de mapas de riesgo.

El epidemiólogo puede trabajar en un laboratorio o en la comunidad, trasladándose a diferentes entornos como barrios urbanos, áreas marginales o comunidades indígenas, buscando respuestas a problemas de salud.

Las dos ramas principales son:

1. Estudios experimentales (con intervención)
2. Estudios observacionales (sin intervención)

Los tipos de estudios en esta rama son:

1. Ensayos clínicos
   • Ensayo terapéutico
   • Ensayo preventivo
2. Ensayos comunitarios
   • Experimento de campo
   • Experimento epidémico (simulación modelada por computadora)

Los tipos de estudios en esta rama son:

1. Estudios descriptivos
   • Estudios de reporte de casos
   • Estudios de serie de casos
   • Estudios transversales (estudios de prevalencia)
2. Estudios analíticos
   • Estudios de casos y controles
   • Estudios de cohortes
   • Estudios ecológicos (de correlación poblacional)

La investigación de epidemias es fundamental para investigar casos de enfermedades o eventos de salud que pueden amenazar la salud de la población.

La capacidad local de actuar está relacionada con la detección de alertas epidemiológicas y la implementación de respuestas epidemiológicas, dependiendo del desarrollo del sistema de vigilancia y la organización del equipo local.

Los elementos fundamentales son la detección temprana, la respuesta oportuna y rápida ante la situación del brote.

La jerarquización de casos como confirmados, probables y sospechosos es fundamental para asegurar que no se omita ningún caso en la investigación, garantizando así una respuesta adecuada y completa ante un brote.

Un conglomerado es la agregación inusual de casos de enfermedades o eventos de salud en un lugar o tiempo definidos, en una cantidad que se supone es mayor a lo esperado por azar. Puede ser la expresión inicial de un brote.

Un brote es una situación epidémica limitada a un espacio localizado, caracterizada por la aparición súbita de casos que representa un incremento no esperado en la incidencia de una enfermedad en un área geográficamente limitada.

Un brote puede ser la expresión inicial de una epidemia. La identificación oportuna de un brote es crucial para prevenir una epidemia mayor subsecuente.

La investigación epidemiológica es esencial para confirmar la relación causal común entre los casos en un brote, y su identificación es una actividad básica de los sistemas de vigilancia en salud pública.

Un brote es una epidemia limitada al incremento localizado en la incidencia de una enfermedad en un lugar determinado.

Los requisitos incluyen: 1. Integración de los registros de las enfermedades en estudio. 2. Procedimiento de notificación. 3. Identificación del diagnóstico correcto. 4. Experiencia en investigación. 5. Un buen criterio. Además, el interés de las autoridades de salud y la demanda de la comunidad son importantes.

Una enfermedad endémica es la ocurrencia constante de una enfermedad, desorden o agente infeccioso nocivo en un área geográfica o grupo de población, y se refiere a la prevalencia elevada de una enfermedad determinada de forma permanente en dicha zona o grupo.

Un brote es un incremento localizado en la incidencia de una enfermedad, mientras que una epidemia es un problema de salud pública relacionado con la ocurrencia y propagación de una enfermedad o evento de salud superior a lo esperado, que puede incluir múltiples brotes en una zona geográfica.

En el escenario de erradicación de la poliomielitis aguda por poliovirus salvaje en las Américas, la ocurrencia de un solo caso confirmado se trata como una epidemia, debido a su connotación de 'situación de crisis'.

1. Cambios súbitos en el numerador o denominador, como en las definiciones de caso, procedimientos de notificación y tipo de vigilancia.
2. Mejor acceso a los servicios de salud y mejora en los procedimientos diagnósticos, lo que puede provocar un incremento aparente súbito de casos.

Una pandemia es la propagación mundial de una nueva enfermedad o un nuevo serotipo del agente, donde la mayoría de las personas no tienen inmunidad contra él. Generalmente, los virus que causan pandemias provienen de virus gripales que infectan a los animales (zoonosis).

Todos describen un cambio en el comportamiento de una enfermedad en la población, identificándose como resultado de una comparación entre la incidencia observada y la esperada de una enfermedad o evento de salud en un lugar y tiempo específicos.

La diferencia puede deberse a razones reales, como la mejoría en la definición de caso, vigilancia y diagnóstico, o a razones ficticias, como la acumulación de semanas de notificación reportadas juntas (brotes de papel).

Es importante porque el aumento observado de la incidencia se atribuye a un conjunto de causas comunes entre los casos, lo que indica una posible transmisión de la enfermedad que requiere investigación.

Es crucial porque una alteración en la distribución de la enfermedad puede indicar un brote, incluso si el número total de casos no supera los límites esperados. Por ejemplo, en el caso del sarampión, aunque el total de casos no superaba el número esperado, la mayoría de los casos se concentraban en un grupo de edad diferente al habitual, lo que indicaba un brote en curso.

La exposición simultánea a la fuente común ocurre durante un periodo breve, lo que lleva a un rápido aumento de casos. El punto máximo de la curva epidémica se alcanza rápidamente, generalmente dentro del periodo de incubación de la enfermedad.

Se recomienda investigar un brote epidemiológico si la enfermedad:

• Es prioritaria y tiene impacto en la salud pública.
• Excede su ocurrencia habitual en número o distribución.
• Tiene una fuente común.
• Tiene una severidad mayor que la habitual.
• Es nueva, emergente o 'desconocida' en el área.

Las autoridades sanitarias definen como prioritaria la vigilancia de:

• Enfermedades de notificación obligatoria (inmediata, semanal, mensual).
• Padecimientos en proceso de erradicación, eliminación u otra forma de control.
• Enfermedades definidas como emergentes o reemergentes.

Las situaciones de emergencia o desastre pueden provocar la aparición de brotes de distintas enfermedades debido a:

• Movilización de grupos de población afectada.
• Condiciones sanitarias deficientes (hacinamiento, limitaciones de acceso a agua segura, saneamiento deficiente, disposición inadecuada de excreta y residuos sólidos).

Es necesario realizar una investigación cuando la incidencia de una enfermedad excede su frecuencia habitual en un determinado período de tiempo, área geográfica y población específica. Esto implica estudiar la frecuencia, distribución y determinantes de la enfermedad.

La sospecha de una enfermedad o evento de salud infrecuente originado por una fuente común para dos o más casos es razón suficiente para iniciar un estudio. Esto permite identificar, prevenir y controlar tempranamente el problema, evitando brotes de mayores proporciones, especialmente en enfermedades transmisibles por agua o alimentos.

• Notificación de varios casos inusuales por parte de médicos o trabajadores de salud.
• Relación aparente entre casos (sexo, edad, lugar de residencia, etc.).
• Conglomerados espaciales de casos en un área específica.
• Rumores o información informal en la comunidad sobre la presencia de una enfermedad tras eventos sociales.

• La enfermedad presenta una severidad mayor a la habitual.
• Cambios en el espectro de gravedad de enfermedades debido a resistencia a drogas antimicrobianas.
• Acceso limitado a servicios de salud o caída en la calidad de atención.

• Ocurrencia de enfermedad con severidad menor a la esperada.
• Notificación negativa de defunciones asociada a casos positivos de enfermedades de alta virulencia y letalidad.

La presencia de uno o más casos de una enfermedad que ocurre por primera vez en un área puede indicar la necesidad de una investigación epidemiológica para entender su origen y propagación.

Las condiciones suficientes incluyen:

1. La ocurrencia de casos de una enfermedad en una zona donde no había ocurrido previamente.
2. La presencia de casos de una enfermedad cuyo cuadro clínico no es compatible con ninguna otra conocida.
3. La creciente presencia de enfermedades nuevas, emergentes y reemergentes que demandan investigación.

Los factores que han contribuido incluyen:

1. El notable aumento en la movilidad de las personas.
2. El incremento en el comercio de productos, principalmente alimenticios.
3. La necesidad de sistemas de vigilancia en salud pública que sean sensibles a la ocurrencia inicial de enfermedades en nuevas áreas.

Ejemplos recientes incluyen:

• Ébola
• Chikunguña
• Zika

El objetivo principal es la identificación de los factores causales asociados a la presencia epidémica de la enfermedad en la población para su control y prevención.

1. Actividad descriptiva: Caracteriza al brote en tiempo, lugar y persona, sugiere la fuente y modo de transmisión, e identifica individuos en riesgo.

2. Actividad analítica: Compara grupos de personas enfermas y sanas para identificar y cuantificar la fuerza de asociación entre exposiciones a factores de riesgo y la enfermedad.

En la fase descriptiva se busca caracterizar el brote en tiempo, lugar y persona, generar hipótesis para acciones de control inmediato, y sugerir la fuente y modo de transmisión del agente.

Verificar si los casos han recibido atención médica especializada.

La fase analítica es importante porque permite la comparación de grupos de personas enfermas y sanas, identificando y cuantificando la fuerza de asociación entre exposiciones a factores de riesgo y la presencia de la enfermedad, lo que ayuda a establecer acciones de prevención y control definitivas.

Se requiere un abordaje sistemático, con pasos ordenados y secuenciales, y un trabajo en equipo para ejecutar la investigación de brotes.

1. Confirmar la ocurrencia de un brote.
2. Organizar el trabajo de campo.
3. Establecer una definición operacional de caso.
4. Realizar la búsqueda activa de casos.
5. Caracterizar el brote en tiempo, lugar y persona.
6. Generar hipótesis y adoptar medidas de control inmediato.
7. Evaluar las hipótesis aplicando métodos de análisis exploratorio.
8. Poner en marcha las acciones de prevención y control específicas en respuesta al informe técnico inicial.
9. Evaluar las acciones de prevención y control.
10. Preparar un informe técnico de investigación de campo.

1. Verificar el diagnóstico presuntivo de los casos notificados.
2. Comparar la incidencia para establecer si la ocurrencia observada de la enfermedad es superior a la esperada.
3. Revisar historias clínicas y resultados de laboratorio de los casos notificados para construir un cuadro de frecuencias de síntomas y signos de la enfermedad.

a. Definir el numerador (los casos) y responder preguntas sobre características clínicas, serología y causas.
b. Definir el denominador: población en riesgo de desarrollar la enfermedad.
c. Determinar si el número observado de casos excede el número esperado.
d. Calcular la tasa de ataque.

La comparación entre la incidencia observada y la esperada permite identificar desviaciones significativas en la ocurrencia de enfermedades, lo que puede indicar un brote o un cambio en la dinámica epidemiológica. Esto es crucial para la detección temprana y el control de epidemias.

1. Aspectos de comunicación y coordinación: Implica un enfoque multidisciplinario y la colaboración efectiva entre diferentes niveles de autoridad.

2. Aspectos logísticos y de gestión: Asegura la disponibilidad de recursos, equipo e insumos necesarios, así como la adecuada distribución de tareas.

3. Aspectos técnicos: Incluye la recopilación de información técnica relevante, como datos de notificación de casos y mapas necesarios para la investigación.

Es crucial para garantizar la confirmación diagnóstica de casos, lo que incluye la recolección, almacenamiento y transporte de muestras biológicas. Sin estos insumos, la capacidad de respuesta ante un brote se ve comprometida.

Se debe garantizar la confidencialidad y discreción respecto de la información recolectada.

Es importante considerar la disponibilidad de teléfonos celulares, medios de comunicación, y computadoras. Además, se debe tener en cuenta que en muchos lugares no hay electricidad, acceso a internet o telefonía celular.

Cada país debe contar con un equipo de alerta y respuesta ante epidemias y desarrollar la capacidad necesaria para responder con prontitud y eficacia a los riesgos para la salud pública.

El equipo debe estar organizado, capacitado y listo para responder a una situación de alerta epidemiológica, manteniendo la organización con anticipación a los hechos.

El Centro Nacional de Enlace es la entidad nacional designada para el RSI, que establece contacto con la OMS para recibir comunicaciones sobre alertas y respuestas ante epidemias.

Se observa una tendencia ascendente en la incidencia de infección por VIH, comenzando en un nivel bajo y aumentando gradualmente, con un pico significativo entre las semanas 40-45.

La distribución gratuita de tratamiento antirretroviral podría mitigar la epidemia al proporcionar acceso a tratamiento a mujeres gestantes seropositivas, lo que puede reducir la transmisión del VIH y mejorar la salud materno-infantil.

Una definición operacional de caso es una estandarización de criterios que se utiliza para decidir si un individuo es aceptado como caso en la investigación de brotes. Esta definición puede diferir de la utilizada en el sistema de vigilancia en salud pública y está sujeta a modificaciones según la evolución del brote.

Los tipos de criterios que se consideran son:

1. Criterios clínicos: síntomas y signos más frecuentemente observados.
2. Criterios de laboratorio: evidencia bioquímica, anatomo-patológica o microbiológica.
3. Criterios epidemiológicos: características de la distribución de los casos en función del tiempo, lugar y persona.

Es importante porque permite la búsqueda sistemática y uniforme de casos adicionales y la determinación de la magnitud real del brote, asegurando que se identifiquen correctamente los casos representativos de una enfermedad o condición particular.

La definición de caso 'típico' incluía:

• Parte clínica: síntomas entre el 1 de julio y el 18 de agosto de 1976, fiebre de 39°C o más y tos seca, o fiebre y neumonía confirmada por examen radiológico.
• Parte epidemiológica: características relevantes de la distribución de los casos en función del tiempo, lugar y persona.

Los atributos importantes son:

1. Sencillez y claridad: La definición debe ser fácil de entender.
2. Sensibilidad: Capacidad de detectar todos los casos positivos.
3. Especificidad: Capacidad de identificar correctamente los casos negativos.

1. Fase inicial: Se busca detectar todos los casos posibles, por lo que se requiere una definición de caso con alta sensibilidad.
2. Fase avanzada: Se enfoca en los casos más probablemente asociados al brote, demandando una definición de caso con alta especificidad.

Los factores incluyen:

• La razón entre casos clínicos aparentes e inaparentes.
• La presencia de signos y síntomas patognomónicos.
• Disponibilidad de técnicas serológicas o microbiológicas confiables.
• Accesibilidad a servicios de salud.
• Reproducibilidad de la definición de caso.
• Necesidad de investigar todos los casos o solo los notificados.

Es crucial para asegurar que todos los individuos bajo investigación sean evaluados de manera justa y consistente, lo que garantiza la validez y la fiabilidad de los resultados del estudio.

La tasa de ataque inicial se calcula como el número de casos notificados (46) dividido por el número total de participantes (192), multiplicado por 100. Esto da una tasa de ataque inicial de aproximadamente 23.96%.

La tasa de ataque final se calcula como el número total de casos identificados (108) dividido por el número total de participantes (192), multiplicado por 100. Esto da una tasa de ataque final de aproximadamente 56.25%.

Una definición de caso en epidemiología es un conjunto de criterios clínicos y/o epidemiológicos que se utilizan para identificar a una persona como afectada por una enfermedad específica. Esta definición puede incluir síntomas, resultados de pruebas diagnósticas y otros factores relevantes.

Implementar un sistema de vigilancia intensificada, que puede incluir la conversión de vigilancia pasiva a activa, aumentar la frecuencia y modo de notificación, y utilizar fichas de investigación de casos y contactos.

La curva epidémica es el instrumento básico para caracterizar un brote en tiempo, permitiendo establecer la duración del brote, identificar la fuente y estimar el periodo probable de exposición.

Los factores que influyen en la duración de un brote incluyen:

1. La velocidad del brote en relación con la infectividad del agente y modo de transmisión.
2. El tamaño de la población susceptible.
3. La intensidad de exposición de la población susceptible.
4. El periodo de incubación de la enfermedad.
5. La efectividad de las acciones de control inmediato.

Los métodos para la búsqueda activa de casos pueden incluir:

• Informantes claves como médicos, laboratorios, hospitales, escuelas y fábricas.
• Encuestas para la investigación de casos, que pueden incluir muestreo serológico y visitas casa a casa.

Es un brote que inicia con una fuente común y posteriormente aparecen nuevos casos por diseminación secundaria, combinando características de brotes de fuente común y propagada.

La duración del brote fue de 9 días, con un pico de casos entre el 24 y 25 de junio.

Se observa un brote de fuente común, ya que los casos se agrupan en un periodo específico de tiempo, indicando una exposición simultánea a la fuente de infección.

La curva epidémica muestra un pico de casos de salmonelosis entre los días 3 y 5 de agosto, seguido de una disminución abrupta, llegando casi a cero para el día 15. La duración total del brote es de 15 días, con un rango de casos entre 0 y 20.

El caso índice es el primer caso notificado o el primer caso que llama la atención sobre el brote, alertando a la autoridad sanitaria.

El caso primario es el primero que inicia la secuencia de casos posteriores, mientras que el caso secundario es un nuevo caso surgido a partir del caso primario, generalmente por transmisión persona a persona.

Se asume que la infección ocurre en el momento de la exposición a la fuente común, y el periodo de incubación se estima usando la mediana de los datos sobre el tiempo entre la exposición y la aparición de la enfermedad.

La curva epidémica muestra el número de casos a lo largo del tiempo, permitiendo identificar patrones de propagación, picos de casos y la duración del brote.

1. Método del promedio del periodo de incubación: Se resta la mediana del periodo de incubación del pico de la curva epidémica.

2. Método de máximos y mínimos: Se usa el rango del periodo de incubación, restando el periodo mínimo de la fecha del primer caso y el periodo máximo de la fecha del último caso.

La presencia de casos secundarios puede dificultar la identificación del punto de exposición común y, por tanto, el periodo probable de exposición.

En el grupo de edad de 10-14 años, hay 18 casos en varones con una tasa de ataque de 27,4 y 40 casos en mujeres con una tasa de ataque de 61,3.

Se requieren datos para el denominador en cada categoría de las variables para poder calcular las tasas de ataque y estimar el riesgo de enfermar según cada una de las características.

La tasa de ataque total en el brote de fiebre tifoidea es de 12,5 por 100.000.

Una hipótesis es una suposición que se llega mediante la observación o reflexión, que conduce a una predicción refutable. Debe ser formulada de tal manera que pueda ser probada o refutada.

Las hipótesis deben enfocarse en responder las siguientes características:

1. La fuente del agente causal;
2. El modo de transmisión;
3. La exposición asociada a mayor o menor riesgo de enfermar.

Ejemplos de hipótesis incluyen:

• Consumir regularmente mucha azúcar y carbohidratos conduce a la aparición de diabetes.
• La exposición al sol causa cáncer de piel.
• La exposición al virus del zika en mujeres embarazadas conlleva el riesgo de nacimientos con microcefalia.
• El embarazo en adolescentes incrementa el riesgo de bajo peso al nacer y muerte perinatal.

Gordis sugiere los siguientes pasos para evaluar las hipótesis:

1. Desarrollo y prueba de hipótesis basadas en: a. el conocimiento existente de la enfermedad; b. analogía con enfermedades de etiología conocida; c. hallazgos de la investigación del brote.

2. Analizar los datos existentes (estudios de casos y controles).

3. Redefinir la hipótesis y obtener datos adicionales necesarios.

Las acciones de control inmediato deben dirigirse a:

1. La fuente de infección.
2. El modo de transmisión.
3. La exposición.
   En caso de una fuente común, se deben tomar medidas como la remoción, resguardo, supresión, eliminación o corrección de dicha fuente.

Las ventajas de un estudio analítico de brote son:

1. Obtener información más detallada sobre los casos.
2. Identificar a individuos sanos (controles) en la vecindad de los casos.
3. Proveer beneficios inmediatos a la comunidad y autoridades sanitarias.
4. Capacitar a los equipos locales de salud.

El diseño básico de un estudio de casos y controles consiste en:

1. Seleccionar un grupo de casos que tiene el evento de interés.
2. Seleccionar un grupo de controles que no tiene el evento.
3. Investigar la exposición a fuentes de infección y factores de riesgo mediante un cuestionario estandarizado.
4. Disponer los datos en tablas de 2x2 para cada fuente y factor sospechoso.

Al comparar la prevalencia de exposición en ambos grupos, se busca determinar si un factor sospechoso está implicado en la producción del brote. Si es así, la prevalencia de exposición será más alta en los enfermos (casos) que en los sanos (controles).

La razón de posibilidades (odds ratio, OR) es el cociente entre dos odds. En un estudio de casos y controles, se calcula como el cociente entre las ventajas a favor de la exposición en los casos (a/c) y los controles (b/d). El cálculo se reduce a ad/bc.

1. Selección de casos: Deben ser confirmados según la definición de caso, evitando falsos positivos.

2. Selección de controles: Deben ser representativos de la población de los casos y no diferir en otras variables estudiadas, excepto por la exposición al factor.

3. Selección de variables: Restringir el número de variables al mínimo y alinearlas con las hipótesis del estudio. Las variables deben tener definiciones operacionales claras y el formulario de recolección debe ser probado en el campo.

La tabla 2x2 tiene los siguientes componentes:

a = casos expuestos, b = controles expuestos, c = casos no expuestos.

La prevalencia de exposición se calcula de la siguiente manera:

• Prevalencia de exposición en los casos: a/(a+c)
• Prevalencia de exposición en los controles: b/(b+d)

Se utiliza la prueba de Chi Cuadrado. Si el valor calculado es mayor que 3,84, se concluye que existe una asociación estadísticamente significativa al nivel del 5% de significancia (95% de confianza).

El OR (odds ratio) representa la fuerza de asociación entre exposición y enfermedad, y es análogo al riesgo relativo en estudios de cohortes. Se calcula como OR = (a x d)/(b x c).

Un OR menor de 1 sugiere un efecto protector de la exposición frente a la enfermedad.

La prevalencia de exposición en los casos es del 77,5% (31/40 x 100).

La prevalencia de exposición en los controles es del 50,8% (61/120 x 100).

Se utilizó el estadístico X^2, que resultó ser 8,73.

Como 8,73 > 3,84, se concluye que existe una asociación estadística significativa entre la exposición a mantequilla no pasteurizada y la presencia de listeriosis (p<0,05).

La fuerza de asociación es un Odds Ratio (OR) de 3,3, lo que indica que los expuestos tienen 2,3 veces mayor riesgo de presentar listeriosis que los no expuestos.

Se puede aplicar en poblaciones cerradas o cautivas como hospitales, escuelas, cuarteles, conventos y otras actividades sociales.

La fuente sospechosa se considera implicada en el brote si presenta la máxima tasa de ataque entre los expuestos y la mínima entre los no expuestos.

Los componentes de la tabla 2x2 son:

Donde:

• a = expuestos enfermos
• b = expuestos sanos
• c = no expuestos enfermos
• d = no expuestos sanos
• n = total de expuestos y no expuestos (a + b + c + d)

La tasa de ataque se calcula de la siguiente manera:

• Tasa de ataque entre los expuestos = a / (a + b)
• Tasa de ataque entre los no expuestos = c / (c + d)

Donde 'a' es el número de expuestos enfermos y 'c' es el número de no expuestos enfermos.

Una tasa de ataque más alta entre los expuestos indica que el factor investigado está implicado en la generación de la enfermedad, sugiriendo una asociación entre la exposición y la enfermedad.

Se utiliza la prueba de Chi Cuadrado para explorar la significancia de la asociación entre la exposición y la enfermedad en un estudio de cohorte.

El riesgo relativo (RR) es la razón de riesgos o de incidencias que se utiliza para explorar la fuerza de asociación entre la exposición y la enfermedad en un estudio de cohorte.

Un RR igual a 1 sugiere ausencia de asociación entre la exposición y la enfermedad.

Un RR mayor de 1 sugiere exposición al riesgo de desarrollar la enfermedad.

La tasa de ataque en los expuestos se calcula como:

1. Número de enfermos expuestos: 89
2. Número total de expuestos: 112
3. Cálculo: (89/112) x 100 = 79,5%

La tasa de ataque en los no expuestos se calcula como:

1. Número de enfermos no expuestos: 19
2. Número total de no expuestos: 80
3. Cálculo: (19/80) x 100 = 23,8%

Si x² es mayor que 3,84, se concluye que existe asociación estadística entre la exposición y la enfermedad, con un p<0.05.

Un RR de 3,3 indica que los expuestos tienen 3,3 veces más riesgo de desarrollar la enfermedad en comparación con los no expuestos.

Las personas que consumieron el sándwich tienen un riesgo de 3,3, lo que significa que tienen 2,3 veces más riesgo de desarrollar diarrea que las que no lo consumieron.

Se deben implementar acciones de prevención y control específicas, recomendadas a las autoridades locales, para la remoción, resguardo, supresión, eliminación o corrección de las fuentes y factores de riesgo.

Las acciones de control deben dirigirse a la fuente de infección (los enfermos) mediante el aislamiento de los mismos y la protección de los susceptibles (los contactos), incluyendo inmunización, tratamiento y profilaxis.

Se debe considerar el monitoreo de la situación del brote después de implementar las acciones de control, observando las características epidemiológicas en tiempo, lugar y persona.

La efectividad se evalúa al comparar la frecuencia de la enfermedad antes y después de la intervención; si la frecuencia observada es menor o igual a la esperada, las acciones son efectivas.

El informe técnico documenta el proceso completo de la investigación de campo, los hallazgos y resultados, y comunica recomendaciones para la prevención y control a las autoridades de salud y la comunidad.

Se recomienda incluir:

1. Introducción y antecedentes
2. Justificación
3. Materiales y métodos
4. Resultados
5. Discusión
6. Recomendaciones (acciones de prevención y control)
7. Referencias

El informe técnico debe servir de guía para los resúmenes ejecutivos y las comunicaciones verbales que el equipo de investigación presenta a las autoridades locales, los medios de comunicación y el público en general.

Se sugiere documentar la experiencia y las lecciones aprendidas a través de la publicación de artículos en revistas científicas o técnicas.

Nombre y organización del informante, junto con detalles de contacto.

El diagnóstico primario es la enfermedad que se sospecha o se ha identificado como causa del brote.

Se debe verificar si el agente causante de la enfermedad ha sido identificado y confirmado.

Determinar si la enfermedad es común y se presenta regularmente en la población del país.

Identificar los medios y modos a través de los cuales se ha transmitido la enfermedad.

Especificar la ubicación geográfica donde se han reportado los casos de la enfermedad.

Analizar si los casos se presentan en un periodo específico o en una ubicación particular.

Definir el intervalo de tiempo en el que se han reportado los casos de la enfermedad.

Identificar a las personas afectadas por el brote, incluyendo características demográficas.

Determinar si los casos pertenecen a un grupo social específico o a un lugar determinado.

Contar el número total de casos identificados hasta el momento del informe.

Listar los síntomas que han presentado las personas afectadas por el brote.

Recopilar información sobre el diagnóstico y los hallazgos clínicos de los casos atendidos.

Establecer criterios claros para clasificar a los casos de acuerdo a la enfermedad.

Confirmar si se han recolectado muestras biológicas y su destino para análisis.

Detallar las pruebas de laboratorio que se han llevado a cabo y las que se han solicitado.

Indicar el tiempo estimado para la obtención de resultados de las pruebas realizadas.

Identificar las limitaciones que pueden afectar la interpretación de los resultados de las pruebas.

Confirmar si se han reportado fallecimientos relacionados con el brote.

Recopilar información sobre los hallazgos de las autopsias realizadas a los fallecidos.

Verificar si las instituciones de salud han reportado el evento a las autoridades.

Especificar los lugares donde se están atendiendo a los casos afectados.

Describir las acciones que se están implementando para controlar la propagación del brote.

Indicar los tratamientos que se han comenzado para los casos afectados.

Identificar a otras personas que podrían estar en riesgo de contraer la enfermedad.

Confirmar si se ha elaborado un listado de las personas expuestas.

Describir las medidas preventivas que se están tomando para evitar nuevos casos.

Identificar las agencias que están participando en la respuesta al brote y sus detalles de contacto.

Recopilar información sobre otras partes que han sido notificadas sobre el brote.

1. Declarar solo los brotes que parecen importantes.
2. Mala definición de caso (varias definiciones, pocos atributos).
3. Incluir el factor de exposición en la definición de caso.
4. No distinguir entre caso confirmado, sospechoso, etc.
5. Cambios en clasificación de caso por nuevas definiciones que no toman en cuenta las nuevas pruebas diagnósticas.
6. No buscar todos los posibles casos.
7. Definir mal la población en riesgo.
8. Iniciar el análisis sin una buena descripción de tiempo, lugar y persona.
9. No tener una buena hipótesis, o aceptar la que alguien nos sugiere.
10. Usar una escala inadecuada en la curva epidémica.
11. Confundir la fecha de diagnóstico con la fecha de primeros síntomas.
12. Hacer mapas sólo por lugar de residencia.
13. No usar tasas en la representación en mapas.
14. No calcular tasas de ataque para cada una de las características personales.
15. Realizar acciones de control desproporcionadas para una hipótesis pobre.
16. No asegurarnos que se implementan las acciones de control.
17. Fijarse en la OR sin tener en cuenta el valor de p y el intervalo de confianza.
18. No hacer el informe final o hacer uno inadecuado o incompleto.
19. No recoger la información mínima sobre quien informa y lo que informa.
20. No darle valor a esta información.
21. No contestar al informador.
22. No alertar al siguiente nivel.
23. Empezar recogiendo muestras.
24. Definir mal el tiempo y área geográfica.
25. Usar estadísticas complejas antes de usar las básicas.
26. Mala calidad de los registros.
27. Empezar investigación causal antes de confirmar el exceso de casos.

Se notificó un posible brote de enfermedad ictérica en un área rural del Estado de Morelos.

Se atendieron 31 casos de síndrome ictérico en Huitzililla.

El grupo de edad más afectado es el de 25 a 44 años, con 23 de los casos notificados.

Los síntomas incluyen fiebre, anorexia, astenia, dolor abdominal y cefalea, seguido de ictericia.

La definición operacional de caso en Huitzililla podría ser:

• Caso sospechoso: Cualquier persona que presente síntomas de enfermedad gastrointestinal (diarrea, vómitos, fiebre) y que resida en la comunidad de Huitzililla o haya estado en contacto con sus fuentes de agua.

• Caso confirmado: Cualquier persona que presente síntomas de enfermedad gastrointestinal y que haya sido diagnosticada mediante pruebas de laboratorio que confirmen la presencia de patógenos específicos relacionados con el agua contaminada.

Esta definición permite identificar y clasificar los casos de manera efectiva para implementar medidas de control y prevención.

Para buscar más casos en una investigación epidemiológica de campo, se pueden seguir los siguientes pasos:

1. Definir criterios de inclusión: Establecer claramente qué constituye un caso para asegurar que se identifiquen todos los afectados.

2. Entrevistar a los afectados: Realizar entrevistas a los casos conocidos para obtener información sobre contactos y posibles síntomas.

3. Revisar registros médicos: Consultar registros de hospitales y clínicas para identificar casos no reportados.

4. Utilizar redes sociales y medios de comunicación: Anunciar la búsqueda de casos a través de plataformas de comunicación para llegar a un público más amplio.

5. Colaborar con comunidades locales: Trabajar con líderes comunitarios para identificar casos en la población.

6. Realizar encuestas: Implementar encuestas en la comunidad para detectar síntomas y casos no diagnosticados.

La definición operacional de caso adoptada fue: 'toda aquella persona que vive en Huitzililla y que haya presentado ictericia a partir del 1 de junio de 1986'.

Se estableció un sistema activo de vigilancia epidemiológica donde el médico y la enfermera recorrían toda la localidad cada semana para detectar más casos de enfermedad ictérica, de acuerdo con la definición de caso adoptada.

Se identificaron un total de 88 casos de enfermedad ictérica compatibles con la definición de caso utilizada.

Se diseñó y aplicó un cuestionario individual en los casos identificados, y se planeó un estudio de casos y controles para identificar factores de riesgo asociados a la enfermedad.

Se detectaron inmunoglobulinas G y M (IgG e IgM) para hepatitis viral A, y antígeno de superficie (HBs) y anticuerpos anti-core (Anti-HBc) de tipos IgG e IgM para hepatitis viral B.

La información obtenida es crucial para caracterizar el brote en tiempo, lugar y persona, y ayuda a generar hipótesis sobre la fuente y mecanismo de transmisión del brote.

Se tomaron muestras de heces para la identificación de partículas virales por microscopía electrónica.

Se puede caracterizar un brote en tiempo mediante la construcción de una curva epidémica y en lugar mediante la preparación de tablas que indiquen tasas de ataque por área geográfica.

La caracterización del brote según persona debe incluir la distribución de casos por edad y sexo, presentando la información en una tabla que muestre la cantidad de casos en cada grupo etario y su distribución por sexo. Esto permite identificar grupos más afectados y posibles factores de riesgo asociados.

Las tasas de mortalidad y letalidad se calculan dividiendo el número de muertes por el número total de casos y multiplicando por 100 para obtener un porcentaje. Es importante considerar el contexto del brote y los factores que pueden influir en estas tasas, como la atención médica disponible y la gravedad de los casos.

Los agentes etiológicos más probables y sus períodos de incubación son:

Las características observadas incluyen la configuración y duración de la curva epidémica, así como la identificación de un cuadro clínico característico de hepatitis viral. Además, se sugiere que el brote fue inicialmente por fuente común continua y luego por transmisión de persona a persona.

Las hipótesis sobre la fuente de infección y el modo de transmisión pueden incluir:

• Contaminación de agua: si se sospecha que el agua es la fuente, se debe investigar la calidad del agua en la región.
• Alimentos contaminados: considerar la posibilidad de que alimentos hayan sido la vía de transmisión.
• Contacto con animales: en el caso de leptospirosis, el contacto con roedores o su orina podría ser un factor.

Para confirmar estas hipótesis, se requeriría información adicional como análisis de muestras de agua y alimentos, así como encuestas epidemiológicas a los afectados.

La edad promedio de los casos es de 28 años.

El sexo masculino (M) tiene mayor representación con 23 casos frente a 21 casos femeninos (F).

La manzana 5 reportó el mayor número de casos, con un total de 10 casos.

El primer caso de inicio de ictericia fue el 5 de junio de 1986.

Se reportaron 5 casos de enfermedad ictérica en la manzana 1.

La edad promedio de los casos es de 25 años.

El sexo femenino (F) tiene mayor representación con 43 casos frente a 45 casos masculinos (M).

El 31 de agosto de 1986 tuvo el mayor número de casos de inicio de ictericia, con 5 casos reportados.

Se reportan 2 casos de defunción, marcados con un asterisco (*) en la tabla.

La manzana 15 tiene el mayor número de casos, con 7 reportes de inicio de ictericia.

El Calendario Epidemiológico de 1986 presenta la distribución de las semanas epidemiológicas (S.E.) a lo largo de los meses del año, indicando los días correspondientes a cada semana y su relación con los días de la semana.

La distribución de casos de ictericia por grupo de edad en Huitzililla, Morelos, 1986 es la siguiente:

La distribución de casos de ictericia en Huitzililla, Morelos, 1986 sugiere:

• Mayor incidencia en el grupo de edad de 5 a 14 años, lo que podría indicar un foco de infección o exposición en esta población.
• La diferencia en la cantidad de casos entre hombres y mujeres puede señalar factores de riesgo específicos o diferencias en la exposición.
• La necesidad de intervenciones de salud pública dirigidas a la población infantil y adolescente para controlar la propagación de la enfermedad.

La distribución de casos de enfermedad ictérica puede indicar áreas con mayor riesgo de contagio. Es importante analizar las tasas de ataque por 100 habitantes para identificar manzanas con alta incidencia y dirigir acciones de control y prevención en esas áreas específicas.

La frecuencia absoluta del síntoma de ictericia es de 88 casos, lo que representa el 100,0% de los casos.

Los síntomas con una frecuencia relativa superior al 90% son:

1. Ictericia - 100,0%
2. Anorexia - 97,7%
3. Coluria - 97,7%
4. Astenia - 97,7%

El síntoma con la menor frecuencia relativa es el prurito, con un 21,6%.

El grupo de edad más afectado fue el de 15 a 24 años, lo que sugiere una hepatitis viral No-A, No-B de transmisión entérica.

Se observó una marcada concentración de casos alrededor de dos pequeños arroyos, Chalapa y Venero del Sabino, que bordean la localidad, sugiriendo que el agua de estos arroyos podría ser una probable fuente de propagación del brote.

Se requeriría información sobre la calidad del agua de los arroyos, antecedentes de exposición de los casos a estos cuerpos de agua, y datos sobre la transmisión persona a persona en la comunidad.

Identificar factores de riesgo asociados a la presencia de la enfermedad ictérica y comprobar la hipótesis de que el agua era un probable vehículo de transmisión.

Se consideraron variables como el consumo de alimentos de venta callejera, participación en eventos sociales, tipo de alimentos consumidos y aplicación de inyecciones.

Ninguna de las variables adicionales fue considerada como un factor de riesgo significativo en el brote de Huitzililla.

Las medidas inmediatas de control podrían incluir la mejora de la calidad del agua y la promoción de prácticas de higiene en la comunidad.

Las características de los casos se presentan en una tabla con 32 casos y 9 variables (Var01 a Var09). Cada caso tiene un valor de 'Y' (sí) o 'N' (no) para cada variable, indicando la presencia o ausencia de ciertas características. Por ejemplo, el Caso 1 tiene las variables Var04 y Var08 como 'Y', mientras que el Caso 8 tiene Var01 y Var02 como 'Y'.

Las variables estudiadas son:

1. Hervido del agua para beber (Var01)
2. Contacto con un caso (Var02)
3. Relación sexual con un caso (Var03)
4. Pozo a ras del suelo (Var04)
5. Pozo cubierto (Var05)
6. Pozo con pared protectora interna (Var06)
7. Pozo con pretil (Var07)
8. Agua sucia visible en el pozo (Var08)
9. Tratamiento del agua (Var09)

En la tabla, 'Y' significa sí y 'N' significa no. Esto indica la presencia o ausencia de las características correspondientes en los controles estudiados.

Los factores de riesgo implicados incluyen:

1. Hervido del agua para beber
2. Contacto con un caso
3. Relación sexual con un caso
4. Pozo a ras del suelo
5. Pozo cubierto
6. Pozo con pared protectora interna
7. Pozo con pretil
8. Agua sucia visible en el pozo
9. Tratamiento del agua

Se realizó un análisis de medidas de asociación utilizando el Chi Cuadrado y la Odds Ratio (OR) para evaluar la relación entre los factores de riesgo y la prevalencia de la enfermedad.

1. Definición del problema: Identificar y describir el brote de enfermedad ictérica en Huitzililla.

2. Recolección de datos: Obtener información sobre los casos, incluyendo síntomas, historia clínica y posibles exposiciones.

3. Análisis de datos: Evaluar la información recolectada para identificar patrones y posibles fuentes de infección.

4. Formulación de hipótesis: Desarrollar hipótesis sobre la causa del brote y los factores de riesgo asociados.

5. Investigación de campo: Realizar visitas a la comunidad para confirmar casos y recopilar más datos.

6. Implementación de medidas de control: Proponer e implementar intervenciones para controlar la propagación de la enfermedad.

7. Evaluación y seguimiento: Monitorear la efectividad de las medidas implementadas y ajustar según sea necesario.

La hepatitis viral E (HVE) se transmite principalmente por vía fecal-oral.

Las condiciones de saneamiento ambiental inadecuadas y la alta movilidad de trabajadores migrantes contribuyeron a la propagación del brote de HVE en Huitzililla.

Se observó una letalidad particularmente alta, de hasta 20%, entre mujeres embarazadas durante los grandes brotes de HVE.

Se fortalecieron los sistemas de vigilancia activa y se realizó un análisis de datos de vigilancia de las hepatitis a nivel regional.

La ocurrencia de cualquier brote de hepatitis predominantemente entre adultos en una población que se conoce o sospecha es inmune a la hepatitis A y exhibe baja endemicidad por hepatitis B.